miércoles, 13 de abril de 2011

Políticas y Tecnologías

En este articulo se expone los puntos principales ha tratar en la Disertación que presentaré el día Jueves 14 de abril de 2.011 sobre el tema “Políticas y Tecnologías” de la obra de Robert J. Thomas, “Lo que las Máquinas no Pueden hacer: Política y Tecnología en la Empresa Industrial”. Barkeley: Universidad de Prensa de California, 1994. Es un libro sumamente intelectual y original, que, por ofrecer una perspectiva diferente, intenta atravesar varios dominios tradicionalmente polarizados de pregunta y práctica - la molienda de fabricación de tratamiento metálico y el aire sutil de sociología de organización; el zumbido futurista de Ordenador Control Numérico (CNC), Sistema Flexible de la Fabricación (FMS), Vehículos Automatizados Dirigidos (AGVs) y los intercambios sutiles y duros del poder e influencia de la política en las organizaciones.
El autor enfoca el tema en lo que manifiesta la competencia existente entre la tecnología y la organización. La idea es que la relación entre la tecnología y la organización es dinámica e interactiva, no estática y unidireccional como había sido retratado en las investigaciones previas a este tema. Los casos de estudios muestran claramente que cualquier esfuerzo por comprender cómo la tecnología afecta a las organizaciones exige una atención explícita a los procesos de la organización. Los procesos de la organización hacen un argumento convincente que no es suficiente para reclamar que la organización impacta a la tecnología. Es esencial también, para preguntar cómo y por qué determinadas tecnologías se eligen (o se rechazan u omiten completamente), de tal manera que impactan lo que hacen. Los casos de estudio hace más que confirmar su hipótesis inicial: que sugieren que la perspectiva del poder del proceso sobre el cambio tecnológico podía tanto servir como un puente e inspirar el cambio mucho más fundamental en la forma de pensar que la relación entre la tecnología y la organización.
No se puede negar que la nueva tecnología ha sido real y en algunos casos muy significantes en los "impactos'' social y en la organización física del trabajo. Muchos de estos impactos pueden estar relacionados directamente con las características únicas de la tecnología involucrada: es decir, cada tecnología creó un espacio de diseño particular. Sin embargo, los estudios también señalan que las organizaciones influyen en la elección de tecnologías y dentro de las tecnologías y sobre la forma de uso de la tecnología. Es sólo a través de un análisis detallado de la evolución tecnológica como un proceso que nos hace conscientes de la "repercusión" de la organización sobre la tecnología, es decir, como la tecnología se emplea para reforzar o cambiar la organización. El autor describe tres casos de estudios que indican límites críticos sobre la utilidad de la perspectiva tecnológicamente determinista.
La historia nos importa en el sentido de que antes las opciones tecnológicas influían directamente en lo que las organizaciones perciben como la gama de posibles tecnologías y formas de organización. La influencia de la historia toma la forma de las estructuras formales, las normas, y los intereses que se construían en torno a la tecnología física. Estas características del sistema social pueden permitir que una organización funcione de forma rutinaria, pero ellos también pueden actuar para limitar lo que la gente en las organizaciones son capaces de ver o están dispuestos a ver como técnicamente y socialmente posible. Las nuevas tecnologías exógenas fueron elegidas entre un número de opciones de la competencia, ya que no fueron "forzados "en la organización. Por otra parte, la elección entre y dentro de tecnologías donde se vio afectada significativamente la estructura de la organización y los intereses y ambiciones de aquellos que tenían acceso al proceso de adopción. Los ingenieros de Innovación + Desarrollo, por ejemplo, eran más propensos. Así, la tecnología puede - como sostienen los deterministas tecnológicos - afectar a la estructura, pero es evidente que la estructura y los intereses incrustados en ella también afectan a la tecnología.
En los casos que provocaron la mayor discusión y la ansiedad más visible eran aquellos en los cuales las tentativas fueron hechas para violar prácticas tradicionales y acuerdos mediante la nueva tecnología. Es el caso CNC Ordenador Control Numérico.
La tecnología y la estructura pueden llegar a ser tan profundamente entrelazados que en conjunto adquieren una cualidad inercial-que no mejora o no permitir el refinamiento dentro de los límites, pero que hace, con el tiempo, que los participantes se atrapen en una lógica circular de la causa y efecto. Los casos de estudios proporcionan pruebas para este argumento, sugieren que la idea de tecnología - y más expresamente, la idea de automatización como un dispositivo que ahorra trabajo - pueda hacerse institucionalizada. Los casos de estudios sugieren que podría ser más apropiado para argumentar que la tecnología no es determinante en la estructura de la organización, sino que, en cambio, la idea de la tecnología es determinante como la única alternativa legítima.
En los cambios en la tecnología, las organizaciones pueden ser capaces de lograr mejoras incrementales, pero si no sabemos acerca de la elección tecnológica y el proceso de cambio como un proceso de organización, es imposible de explicar bajo qué condiciones están las mejoras incrementales que conducen a nuevas brechas y bajo que condiciones las mejoras incrementales conducen al estrechamiento de los horizontes y la institucionalización de un particular acoplamiento. Lo Crítico en estas circunstancias son los mecanismos o los procesos a través del cual los moldes institucionales se han roto. Los estudios sugieren que es una acción deliberada dentro de las organizaciones para modificar la estructura por medio de la tecnología que separa a las organizaciones que crean o se adapten exitosamente de las nuevas tecnologías de las que no lo hacen. En este sentido, la acción intencional al parecer, puede tomar una de dos formas: una que es sancionada por la alta gerencia como una actividad legítima, y el otro que no sea sancionado.
La innovación y el cambio organizativo es un requisito previo para la supervivencia de la organización, y es mencionado como la razón de ser de los departamentos de Innovación y Desarrollo.
Los casos de estudios muestran que no hay razón para preguntarse si debemos atribuir características universales a cualquier tecnología dada. Puede ser bastante inadecuado asumir que hay una forma "pura" a una determinada tecnología que puede servir como una variable independiente en el análisis empírico. Como mínimo, los resultados de esta investigación sugieren prestar más atención a especificar de manera adecuada y con precisión el compartir, así como las características divergentes de cualquier tecnología antes de que se emplee como una variable independiente en el análisis de la estructura organizativa y el cambio. La lógica que gobierna a la tecnología no puede entenderse con independencia del entorno social en el que se implante.
Se sugiere con bastante fuerza que los argumentos de la elección social, especialmente la noción de elección estratégica propuesta por Child (1972) y la afirmación de un "control imperativo" de gestión en la teoría del trabajo por proceso (por ejemplo, Braverman 1974; Edwards, 1979) ofrecen una igual descripción parcial del proceso mediante el cual las opciones tecnológicas son las adoptadas y aplicadas.
La opción estratégica, y formación de la estrategia en general, es un proceso interpretativo: líderes de la organización puede recopilar y evaluar información de una amplia variedad de fuentes (externa e interna a la organización), pero las estrategias que se formulen y las decisiones que toman son interpretaciones del mundo que los rodea (el entorno). Lo que distingue a los de arriba, de la organización, es el poder que poseen para promulgar sus interpretaciones como los planes y directrices de la estructura de la organización. El comportamiento de los líderes de la organización es que pueda verse afectado por consideraciones normativas en términos generales, ideológica y política como la de cualquier otro grupo. El concepto de la elección estratégica es una concepción de la política que va mucho más allá del simple interés propio para incluir las perspectivas de distintivo o de creencias acerca de cómo las personas y organizaciones deben trabajar. Teniendo en cuenta esta base conceptual, podríamos esperar que los análisis de sus raíces en una perspectiva de la elección estratégica sean mucho más sensibles a la función mediadora del proceso de organización y política en relación a la elección tecnológica. Nos encontramos en cambio, que esos casos de estudios, en su mayor parte, ha adoptado una decisión estratégica, o, más exactamente, una decisión formal de adoptar una determinada tecnología como punto de partida para el análisis. Como resultado, todo lo que queda por explicar es el efecto de las personas y grupos que ocupan las capas entre la parte superior y la parte inferior de la organización sobre la manera en que las "opciones estratégicas" se aplican. La existencia de subestrategias y su capacidad para atenuar la intención estratégica no es suficiente, por eso el proceso de cambio prestado es analíticamente estática: es decir, la única interacción es la que es ocasionada por la tecnología, ya que pasa de una capa a la siguiente. La política es una vez más reducida a intereses mezquinos, y subestrategias se dedican sólo como reacción a las órdenes jerárquicas.
Los casos de estudios demuestran repetidamente, gran parte de la afirmación de manifiesto que rodea al proceso de cambio tecnológico se deriva de las diferencias en los marcos interpretativos-las visiones del mundo-de los actores involucrados.
La perspectiva de la elección estratégica sigue siendo útil para las personas en las organizaciones que tengan capacidad de elegir la tecnología y, a través de la tecnología, para afectar a las estructuras organizativas y prácticas de forma que sean coherentes con las interpretaciones particulares de la organización y su entorno.
Los casos de estudio nos llevo a una conclusión de prestar la debida atención a la agencia de elección por quien tiene el poder de dirigir la organización, la perspectiva de la elección estratégica restringe nuestra atención en el comportamiento de los gerentes de nivel superior y con la aplicación de sus decisiones.
Braverman (1974), argumentó que los capitalistas, con la ayuda de los gerentes e ingenieros que contrató, utilizaban la tecnología física como una herramienta para dividir, descalificar, y en última instancia, dominar a los trabajadores. El tratamiento de la tecnología se uso como una herramienta en manos de los capitalistas y directivos, que le dio la apariencia de ser infinitamente elástica y mutable, que se rige casi exclusivamente por una lógica de dominación de clase. La elección tecnológica, en otras palabras, sería poco más que una extensión de los objetivos de gestión.
Lo que surge de los casos de estudios es una preocupación singular con la creación de esferas de actividad en el que cualquier grupo (ya sea directivos, gerentes, ingenieros, supervisores de producción, o los trabajadores) podría decretar su particular visión de cómo deberían de funcionar las cosas.
La teoría del trabajo por proceso es sustancial y pasa por alto el papel de los ingenieros en el diseño de las nuevas tecnologías. Los teóricos se han contentado con asumir no sólo que los ingenieros son un grupo indiferenciado, sino que en forma incondicional e irreflexivamente obedecen las órdenes de sus superiores de la organización. Surgen las oportunidades que permiten a los ingenieros perseguir las concepciones del trabajo por proceso que se apartan de los precedentes. Hay casos donde los ingenieros se dedican a una manera de cambiar los parámetros de sus tareas y permiten trabajar en colaboración con los directores, supervisores y trabajadores para resolver problemas de interés común, en lugar de problemas estrechamente definido de interés departamental, profesionales o jerárquicos.
El valor de la perspectiva de la elección social reside en su insistencia en la inclusión del contexto social y organizacional como pilares fundamentales en el análisis del cambio tecnológico. Sin embargo, como el autor ha tratado de mostrar, la investigación basada en la perspectiva de la elección social no ha sido lo suficientemente atentos a lo múltiple, lo complejo, y los objetivos históricamente situados llamado a desempeñar en el proceso de cambio.

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